01 Mar AYUDAR A COCINAR SUEÑOS
Hoy queremos que conozcáis a uno de nuestros voluntarios en el Centro Social: Antonio Márquez Ruíz, un cocinero de profesión, ya jubilado, que dedica parte de su tiempo a enseñar en el Centro Social de la Parroquia San Josemaría. Antonio imparte clases al grupo de mujeres del Centro –que varía según el día de las 20 a las 35 alumnas- todos los lunes, martes y miércoles.
Nuestro voluntario se ha involucrado en el proyecto “Hogar y Cocina”, donde comparte sus conocimientos y experiencia en cocina con las mujeres que acuden a las clases, procedentes de diversos países y que luchan por mejorar su preparación profesional y calidad de vida. No se trata de una distracción: se trata de mejorar la empleabilidad de muchas personas.
Antonio comenzó a trabajar en la cocina en los años 70, en el Hotel Ernesto de Gandía, pero su oficio le ha llevado a recorrer gran parte de la geografía española: Benidorm, Madrid, Jávea, Valencia… Son algunos de los lugares en los que Antonio trabajó. En Valencia, en El Corte Inglés, donde empezó como Jefe de Partida en 1982 y durante los últimos 27 años como Jefe de Cocina en la misma empresa, en el centro comercial Nuevo Centro.
De sus largos años como cocinero profesional, tiene anécdotas muy curiosas y ha preparado platos para grandes figuras de la política nacional e internacional. De hecho, cuando trabajaba en Valencia, sirvió a algún miembro de la Familia Real, y también ha cocinado para el ex presidente francés François Mitterrand y para Mijaíl Gorbachov, el último líder de la desaparecida Unión Soviética.
Su comienzo en el Centro Social
Hace un año, Antonio se enteró de la iniciativa del Centro Social a través de otro evento, cuando se presentó en la Parroquia la revista de la Agrupación de Fallas de Benicalap – Campanar, de la que forma parte. Aunque ya había oído hablar de San Josemaría gracias a un compañero de trabajo, Antonio comenta, que fue en la presentación de la revista cuando le pudo la curiosidad y bajó al salón de actos para ver la labor que se hacía en la Parroquia.
Pero Rafa Savall (voluntario en la parroquia) le descubrió. “Me dijo: Oiga, ¿qué hace usted mirando?”, recuerda Antonio entre risas. “Es que la curiosidad mata al hombre”, le respondió él.
A partir de ese momento surgió la amistad entre ellos, y Rafa Savall le sugirió colaborar. Antonio se implicó más en la Parroquia, pero fue cuando conoció a Charo (Coordinadora y profesora del Proyecto “Hogar y Cocina”) cuando decidió a convertirse en voluntario. “Le dije: Si alguna vez necesitas de mis servicios, me llamas que yo vengo desinteresadamente y colaboro contigo”, y claro que le necesitaron! Los lunes, martes y miércoles!
Arroz a la milanesa y muchas cosas más
La cocina que Antonio enseña a sus alumnas es muy básica, ya que la mayoría de ellas vienen de otros países y tienen pocas nociones de cocina española. “Estamos partiendo de una base primordial, sencilla, nada costosa”, aclara. “El primer día les expliqué las materias primas, y empezamos la clase con las legumbres”. Poco a poco han ido avanzando con algunas clases de ensaladas y las pastas. Ya han elaborado lasaña, canelones, berenjenas rellenas, ensalada de pasta, ensalada cesar, salsa boloñesa, etc. Hace unos días han elaborado un arroz a la milanesa, patatas rellenas y ensalada de patata alemana.
“Les estamos enfocando en ese camino, para que tengan una buena base y puedan desarrollar correctamente su trabajo”, concluye.
Antonio nos comenta que él aporta su granito de arena, pero le decimos que es mucho más que un granito de arena. Gracias, Antonio, por enseñarnos a ser generosos, y por regalar tu tiempo y conocimientos.
Galería Fotográfica:
