30 Jun El testimonio de una mujer valiente
Inteligente y luchadora, Eva es un ejemplo de mujer que ha permanecido firme ante las dificultades sin que ese sufrimiento deje rastro de amargura en ella. Su carácter luchador y decidido, pero sobre todo su fe y el amor a su hija, le han acompañado los últimos años.
Nacida en Cochabamba (Bolivia), tiene 34 años y vino a España en el año 2005. Tras pasar un tiempo viviendo en Granada, llegó a Valencia donde trabajó en la recolección de la naranja y a los pocos meses se quedó embarazada de la pequeña Eva María. Cuando la niña tenía 4 meses, se dieron cuenta de que era ciega y padecía una discapacidad psíquica y sensorial del 74%: “no estaba preparada para esto y me costó mucho aceptarlo”, dice. Pero el padre de la niña las dejó cuando Eva María cumplió el año, y desde entonces están solas.
Al tener que llevar a Eva María diariamente a rehabilitación, no le resultaba fácil encontrar un trabajo que pudiera compatibilizar con el cuidado de la niña, pero finalmente surgió una oportunidad en casa de una familia donde se le pidió limpiar, cocinar y cuidar de dos niños; ahí podrían vivir además ella y su hija. Sin ser apenas consciente de lo que pasaba en aquella casa, un día de mayo del 2010 hubo una redada policial y descubrieron que los inquilinos del piso se dedicaban al tráfico de drogas. Eva fue detenida e internada en Picassent por cómplice, sin poder defenderse ni convencer a nadie de lo ocurrido. A su hija la llevaron a una residencia de acogida de la Generalitat.
Tras 4 años en la cárcel -donde ha estudiado, trabajado, etc.- Eva se ganó un merecido prestigio y reconocimiento, haciendo todo tipo de gestiones para conseguir la libertad y sobre todo para poder ver y recuperar a su hija. Finalmente salió de Picassent y ahora tiene la custodia de la niña los fines de semana, festivos y vacaciones.
Al no disponer de papeles y a pesar de haber ganado en el contencioso-administrativo para quedarse, trabajar y recuperar la custodia de su hija, el Estado recurrió la sentencia. Ella presentó un recurso para evitar su expulsión de España (por ser extranjera y delinquir) y en estos momentos se encuentra esperando el fallo del TSJ valenciano.
Durante su estancia en Picassent y desde que ha salido, Eva ha recibido un gran apoyo del Casal de la Pau, a quienes está muy agradecida. Cuando salió de la cárcel conoció el Centro Social Parroquia San Josemaría a través de una amiga y ha participado en los cursos de Hogar y Cocina, así como en otras actividades formativas. También ha podido bautizar a su hija en la parroquia, que en los próximos meses y tras una preparación adecuada, recibirá la Primera Comunión.
Gracias Eva, por tu carácter luchador, por no rendirte ante las dificultades y por el testimonio de fe y confianza que nos has dado. Pedimos por tí y deseamos que pronto esta historia tenga un final felíz: que recuperes la custodia de tu hija y puedas cuidarla para siempre.